Una investigación realizada en el año 2000 por Jacobson y Gottman
basada en el estudio de parejas en conflicto, clasifica a los violentos en dos
(siguiendo su patrón de respuesta fisiológica cuando están inmersos en un
conflicto) los cobra y los pitbull basándose en la forma en que ejercen la violencia.
Los primeros son letales y los segundo una vez que te atrapan es bastante
complicado deshacerse de ellos.
Los cobra están más relacionados con personalidades criminales,
y suelen manifestar conductas
antisociales desde la adolescencia. Golpean a sus parejas en principio porque
se creen con el derecho de hacerlo, porque consideran que “interfieren” a la
hora de conseguir sus objetivos, sus metas. Pueden llegar incluso a pedir
perdón a posteriori aunque, generalmente no lo sienten. Algunos son psicópatas
incapaces de sentir remordimientos alguno por su comportamiento. Son incapaces
de crear relaciones sentimentales auténticas. La relación de pareja le sirve
como medio para conseguir un fin, bien sea sexo, status social, o un beneficio
económico, pero se mantienen distantes de sus parejas.
De entre las características más destacadas de los cobra
podemos resaltar:
Personas de difícil tratamiento con terapia psicológica.
Su agresividad se muestra, generalmente, con todo el mundo
No depende emocionalmente de otra persona, pero quiere
obediencia por parte de su compañera.
Es propenso a amenazar con cuchillos y armas de fuego.
Tiene dificultades para identificar y nombrar sus propios
sentimientos
Es celoso y controlador
No siente de culpa después de un ataque
Carente de empatía
Suelen tener antecedentes delictivos y conductas
antisociales
Puede abusar de drogas y alcohol
Los pitbull centran su violencia, fundamentalmente, en el
interior de sus casas, con sus parejas. Suelen haber sido testigos de
comportamiento violento por parte de su padre hacia su madre, por lo que ven en la violencia un modo
legítimo de actuar con las mujeres. Ellos son muy dependientes y fomentan asimismo que sus
también lo sean. Como su miedo fundamental es el abandono viven con la
necesidad constante de control hacia sus parejas y tienen fuertes ataques de
celos.
El tipo de violencia que ejercen los pitbull puede llegar a
agresiones muy severas o al asesinato. Son más fáciles de abandonar por sus
parejas, pero pueden acosar a las mismas durante muchos tiempo (incluso años)
después de haber dejado la relación, incluso habiendo reconstruido sus
vidas.
De entre sus principales características de los pitbull cabe
destacar:
La violencia se presenta exclusivamente en el ámbito privado,
por lo que muestran dos caras la pública y la privada
Minimizan su conducta violenta, le resta importancia
Excusan su conducta por la provocación de la pareja
Saben graduar su conducta violenta para no dejar huellas
Temor al abandono (gran dependencia)
Experimentan culpa después de sus episodios violentos
Dificultad para identificar y describir sentimientos
Presentan conductas de control y celos
Humilla y critica con crueldad a su pareja
Humor variable
El objetivo principal que persiguen en la pareja es la
sumisión y obediencia.
Utilizan técnicas de lavado de cerebro con sus parejas