Se llama violencia de género porque su causa
es el género.
Es una violencia que tiene su origen en los condicionantes socioculturales patriarcales que clasifica a las personas jerárquicamente en función de su sexo percibido y que otorga superioridad al hombre y relega a la mujer a un papel secundario. Es, por tanto, una expresión de las relaciones históricamente desiguales entre mujeres y hombres. Es la máxima expresión de desigualdad.
Es una violencia específica, con características e identidad propias en su naturaleza, en la forma de ejercerla y en su objetivo final y eso la hace diferente de otras violencias. Violencia ideológica, estructural, sistémica, transversal, instrumental…violencia como herramienta de control y dominio; No es ocasional, ni espontánea y es mantenida en el tiempo. Correctiva, aleccionadora, con un mensaje implícito, que sigue un ciclo muy concreto que se repite en todos los casos.
La violencia de género no
es sólo un fin en sí misma, sino una herramienta de poder, el medio del que se
vale el machista violento para conseguir el dominio, la imposición, la
supremacía, el control sobre la mujer por lo que cada acción lleva un mensaje
implícito. Es un maltrato no solo de castigo, sino de aleccionamiento. Es la
forma que el machismo tiene de "educar", de "corregir" a la
mujer que no acata la superioridad de lo masculino. Aquí el agresor usa su
violencia contra la mujer con una intencionalidad con la que no actuaría contra
un hombre.
Por eso, porque es una
violencia diferente tiene una legislación específica y es administrada por profesionales
especializados.
La Ley Orgánica 1/2004,
de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género reguladora de esta materia, se aprobó en el Pleno
del Congreso de los Diputados en la sesión celebrada el 22 de diciembre de
2004, y se publicó en el Boletín Oficial del Estado de 29 de diciembre de
2004.
Esta Ley fue aprobada por unanimidad por todos los partidos políticos con
representación parlamentaria, lo que es indicativo de su trascendencia
social.