
PSICOLÓGICO-EMOCIONAL. Es el primero que surge, es el inicio de violencia posteriores y es, igualmente el menos visible. Son los actos, gestos, y/o expresiones verbales y no verbales, que ofenden o atentan contra la autoestima de la mujer: humillación, amenaza, miedo, insultos, culpabilidad, aislamiento, vejaciones, descalificaciones, rechazo, etc.
FÍSICO: Es el más visible y evidente aunque no se da en todos los casos. Es el daño corporal, el daño físico con o sin objeto/herramienta: Golpes diversos, empujones, tirones de cabello, mordeduras, quemaduras con cigarro, patadas, etc. Incluye también la privación de libertad.
SEXUAL: Son los actos o prácticas sexuales no deseados por la víctima. Desde insinuaciones, acoso, tocamientos con o sin penetración. Por su propia naturaleza supone igualmente daño físico y psicológico.
ECONÓMICO/PATRIMONIAL: Consiste en privar a la víctima de los recursos económicos propios o bien de aquellos a que tuviera derecho para la subsistencia. Asimismo, se trata de generar compromisos económicos y deudas que lleven a la víctima al endeudamiento de por vida y/o ruina.
AMBIENTAL: Se trata de crear tensión en el ambiente y predisponerlo a la posterior agresión: golpear y romper objetos y enseres del hogar. Cargar el ambiente creando intimidación. Es la violencia que antecede al Ciclo de la violencia
SIMBÓLICO: Invisible, pasa totalmente desapercibida. Es la emisión de mensajes, iconos o signos que transmiten y reproducen relaciones de dominación y discriminación que naturalizan o justifican la subordinación y la violencia contra las mujeres: la publicidad, la moda, las letras de canciones, humor sexista, refranero, juegos, lenguaje, caricaturas políticas, etc.
INSTITUCIONAL: La victimización secundaria derivada de la relación con el sistemas jurídico, penal, policial, sanitario, asistencial, social, etc. Es consecuencia de su paso por las distintas instituciones que pueden generar un daño adicional. La falta de información, la reiterada exposición, la lentitud del proceso, el relato de los hechos, juicio, pruebas, uso de lenguaje técnico, etc. causan en la víctima efectos traumáticos añadidos.