domingo, julio 29, 2018

TESTIMONIO DE UNA VÍCTIMA DE MALTRATO PSICOLÓGICO

Hubiera preferido que me partiera los dientes, como tantas veces me dijo. Pero no fue así, jamás me agredió físicamente. Sin embargo, cómo demostrar las heridas del alma a los demás? Cómo hacer para que te crean lo que cuentas cuando, ni tú ni él, encajáis en los estereotipos de maltratador y sumisa? Personas con un nivel educativo alto y una casa donde no existen ni el tabaco, ni el alcohol ni las drogas. Sólo libros,  música y poesía.
Y empiezan a creerte cuando ven que tu comportamiento no es normal ante situaciones que lo son, cuando tienes miedo a expresarte ante un tema, cuando temes hablar de tu pasado, de tu presente, de lo que sea. Da igual, en una "relación" así siempre se está dando motivos para disgustar al otro. Y un día te das cuenta de que vas por la vida como si atravesaras un campo de minas.
Y hasta te acostumbras,....a evitar situaciones, a evitar personas, a evitar recuerdos. Ver que te has convertido en otra cosa y ya no sabes ni cómo te llamas, tu nombre es otro, tu persona es otra y hasta crees hablar otro idioma. Te miras al espejo y no te reconoces. Y da rabia, cuando la risa loca que te salía antes con naturalidad, ya no existe. Y que la persona que más quieres, nacida de esa relación, no te conoce como realmente eres.
Y una no puede dar el paso cuando quiere. Qué fácil es hablar sin tener conocimiento del asunto! Cada paso tiene que ser medido, planificado con la discreción suficiente para no levantar sospechas. Y guardarlo para cuando se pueda utilizar. Ser paciente. Esperar.
Reconocer que lo que estás viviendo no es normal, que él no está enfermo (o sí, pero tú no lo vas a curar), que se te agotó el amor hace siglos. Que no hay solución para lo "vuestro", pero tú, sí tienes solución.
Saber que una relación, sea la que sea, ha de estar basada, mínimo en el RESPETO. De ahí, para adelante. Sin eso, no hay relación. 
Puede que quien lea esto se reconozca en alguna forma. Cuesta trabajo darse cuenta. El ser humano busca excusas para todo y para sobrellevar el dolor, más aún. Pero si se encuentra la valentía de reconocerlo,...ya se empezó el camino de vuelta a casa" Elena G.

        MACHISTA, PERVERSO Y NARCISISTA

sábado, julio 21, 2018

EL SÍNDROME DE LA INDEFENSIÓN APRENDIDA

"... En ocasiones a los medios de comunicación les parece más importante la existencia o no de denuncia o la decisión de la víctima de volver con su maltratador que el propio asesinato"


sábado, julio 14, 2018

YO, SUPERVIVIENTE, de Virginia C.G.

La luz siempre apagada,
pensamientos desordenados,
el alma a golpes rasgada, 
un baile descompasado.

Todo puede cambiar
si provocamos el cambio...

Y puede brillar el sol
de primavera en invierno,
se puede parar el caos,
se pueden romper cadenas
que te atan al infierno.

Se puede... se puede...


domingo, julio 01, 2018

YO LES HABLARÍA. La otra cara de la prostitución por Ámbar IL

"Yo les hablaría"
Yo les hablaría de como a veces la vida te enseña a aceptar tener sexo sin deseo desde niña. 
De como, en muchos casos y en el mio, los abusadores en tu casa te enseñan a aceptar y practicar sexo sin saber ni lo que es. 
De como la sociedad te desvaloriza como mujer y te anima a vender tu propia esencia, lo más intimo que puedes tener como un mero objeto de consumo. 
De como te convencen para qué creas que vales para ello, que es una buena opción que no va a destrozarte psicológicamente.
De como después los proxenetas, el propio sistema y la propia sociedad van a aprovecharse de todas o de muchas de tus vulnerabilidades, traumas, pobreza, indefensión, engañándote y fingiendo ofrecerte algo mejor que lo que has vivido hasta ahora. 
Y estás tan débil, sin saberlo, emocionalmente, que crees que sí, que es para lo único que vales y la mejor opción para ti. 
De como pasan sobre tu cuerpo, tus pechos, tu vagina, tu ano cientos y cientos de desconocidos que te utilizan sexualmente porque se creen con el derecho a hacerlo, porque el patriarcado les ha enseñado que pueden hacerlo a cambio de dinero y a ti te ha enseñado, muchas veces desde niña, que es lo único que puedes ofrecer como mujer al mundo a pesar de destrozarte psicológicamente, a pesar de romperte por dentro, a pesar de dejar tu alma devastada para el resto de tu vida. 
Yo también me creía una puta feliz o al menos, si no feliz, si con libre decisión sobre mis actos y no veía nada más o no era consciente de nada más.
Hasta que un día, con suerte, abres los ojos a la realidad y te das cuenta de lo que realmente te condicionó a ello y de los estragos que ha causado en tu mente, de lo sola que has estado siempre y de lo sola que estás ahora para recuperarte a ti misma y a tu vida.
Eso les hablaría yo a las universitarias. Como mínimo que conozcan "la otra cara" de esta panacea que les venden tan alegremente.

Ámbar IL.


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