“Hubiera preferido que me partiera los
dientes, como tantas veces me dijo. Pero no fue así, jamás me agredió
físicamente. Sin embargo, cómo demostrar las heridas del alma a los demás? Cómo
hacer para que te crean lo que cuentas cuando, ni tú ni él, encajáis
en los estereotipos de maltratador y
sumisa? Personas con un nivel educativo alto y una casa donde no existen ni el
tabaco, ni el alcohol ni las drogas. Sólo libros, música y poesía.
Y empiezan a creerte cuando ven que tu
comportamiento no es normal ante situaciones que lo son, cuando tienes miedo a
expresarte ante un tema, cuando temes hablar de tu pasado, de tu presente, de
lo que sea. Da igual, en una "relación" así siempre se está dando motivos
para disgustar al otro. Y un día te das cuenta de que vas por la vida como si
atravesaras un campo de minas.
Y hasta te acostumbras,....a evitar situaciones, a
evitar personas, a evitar recuerdos. Ver que te has convertido en otra cosa y
ya no sabes ni cómo te llamas, tu nombre es otro, tu persona es otra y hasta
crees hablar otro idioma. Te miras al espejo y no te reconoces. Y da rabia,
cuando la risa loca que te salía antes con naturalidad, ya no existe. Y que la
persona que más quieres, nacida de esa relación, no te conoce como realmente
eres.
Y una no puede dar el paso cuando quiere. Qué fácil
es hablar sin tener conocimiento del asunto! Cada paso tiene que ser medido,
planificado con la discreción suficiente para no levantar sospechas. Y
guardarlo para cuando se pueda utilizar. Ser paciente. Esperar.
Reconocer que lo que estás viviendo no es normal,
que él no está enfermo (o sí, pero tú no lo vas a curar), que se te agotó el
amor hace siglos. Que no hay solución para lo "vuestro", pero tú, sí
tienes solución.
Saber que una relación, sea la que sea, ha de estar
basada, mínimo en el RESPETO. De ahí, para adelante. Sin eso, no hay
relación.
Puede que quien lea esto se reconozca en alguna
forma. Cuesta trabajo darse cuenta. El ser humano busca excusas para todo y
para sobrellevar el dolor, más aún. Pero si se encuentra la valentía de
reconocerlo,...ya se empezó el camino de vuelta a casa" Elena G.
MACHISTA, PERVERSO Y NARCISISTA
MACHISTA, PERVERSO Y NARCISISTA