Discrimina entre sufrimiento útil y sufrimiento inútil. El sufrimiento útil es el duelo. Un dolor progresista, que te enseña a perder y a no seguir esperando lo imposible. La realidad a veces es dolorosa, pero te ayuda a ubicarte. Romper con alguien a quien amas no es fácil, porque el principio del placer es impositivo y persistente. Pero, si en cambio, estás en una relación afectiva en la que los malos momentos superan con creces los buenos, pregúntate a dónde te conduce ese sufrimiento. El sufrimiento inútil funciona como las arenas movedizas: cuánto más intentas salir, más te hundes. Por eso, si no hay nada más qué hacer, si ya has intentado de manera razonable hallar una mejoría en la relación y nada has logrado, conéctate a un sufrimiento útil, asume la pérdida, deja que el duelo arranque. El sufrimiento inútil no se agota y puede durar siglos. El sufrimiento útil tiene un fin, suelta los lastres y te limpia por dentro.
Extraído del libro "Los límites del amor" de Walter Riso