La violencia vicaria es una violencia de sustitución. (Vicario: sustituto, representante, suplente).
Dentro de las violencias machistas, existe una variante especialmente dañina por lo cruenta, brutal y extrema. Aquí, el maltratador no busca ya la muerte física de la pareja, sino lo que es peor, la muerte psicológica o psicógena. Dicho de otro modo, busca que esta no se recupere jamás y muera de pena.
Esto se consigue ejerciendo la violencia a través de terceras personas, generalmente los hijos e hijas como lo más valioso en la vida de la mujer, que en definitiva, es a quien va dirigida toda su ira. Como vemos, aquí las víctimas son varias. Una central y las otras que utiliza como objeto para ejercer el daño.
No es locura ni desvarío. Es violencia machista y tiene su origen en el patriarcado más criminal.