25 cosas que puedes hacer tú a diario para combatir el terrorismo machista
- Deja de dar por hecho que, si eres hombre, por no golpear mujeres o abusar físicamente de ellas no eres machista. Revisa tus comportamientos en el hogar, en la familia, con tus amistades. Si conoces a mujeres feministas pregunta y escucha con la mente abierta para eliminar comportamientos machistas sutiles que, quizás, no identificas.
- Deja de dar por hecho que, si eres mujer, no eres machista. El sistema patriarcal nos educa por igual en un sentido: para ser machistas. La violencia cultural está a nuestro alrededor y detectar tu patriarca interior hará que cambies y, contigo, tu entorno.
- Evita frases como "lo peor es que es una mujer". Un mismo comportamiento es bueno o malo independientemente de que sea obra de una mujer o un hombre. No cargues a las mujeres con expectativas añadidas.
- No felicites más a una mujer o a un hombre por un mismo comportamiento. Si un hombre trabaja por los derechos de las mujeres merece el mismo reconocimiento que una mujer. Poner "en un altar" a quien cumple con su obligación solo por ser hombre invisibiliza el trabajo diario de miles de mujeres.
- No rías las bromas machistas. No las justifiques. Y, si te ves capaz, manifiesta tu desacuerdo. Puede que te lleves una sorpresa y al alzar la voz haya otras personas que te apoyen. Ya sabes, como cuando alguien se salta un semáforo y un montón van detrás. Sáltate el semáforo machista siempre que puedas.
- Si eres mujer habla de ti en femenino. Expresiones como "uno mismo" en lugar de "una misma" cuando hablamos de nosotras nos aniquila simbólicamente. Nos sitúa como ausentes de nuestra propia Historia.
- No juzgues a una mujer por cómo viste, se mueve o se comporta. Las mujeres no "van provocando" porque los hombres no son seres en celo permanente que puedan ser provocados sin mediar su voluntad.
- Al hablar de deporte, emplea los términos "deporte femenino" y "deporte masculino". Si dices, por ejemplo, fútbol y fútbol femenino haces que el fútbol masculino aparezca como "el deporte" y el femenino como la excepción o irregularidad.
- Deja de usar "puta" como insulto para todo. O de decir "coñazo" como sinónimo de pesado o malo. Si quieres insultar a alguien, hazlo sin pasar por denigrar a todas las mujeres.
- Si una profesión tiene femenino, úsalo. Di médica, arquitecta, escritora, jueza o fiscala. Puede que te suene raro al principio pero es solo por falta de costumbre.
- Deja de comprar productos de marcas que cosifican a las mujeres o usan el machismo para promocionarse. No citaré esas marcas pero hay algunos desodorantes, ropas y perfumes que lo hacen de forma sistemática.
- No compres libros colectivos o asistas a creaciones o actos culturales como cine, teatro, conferencias o conciertos en los que no haya representación femenina.
- No te calles. Cuando dejes de consumir un producto por su machismo hazlo saber a la marca o autor/a a través de las redes sociales. Una persona quejándose es una "rara" miles, son un boicot y a todo el mundo le duele el bolsillo. Se lo pensarán la próxima vez.
- Habla de machismo. En la familia, en la pareja, en el trabajo. Detecta qué personas de las que te rodean están en acuerdo o desacuerdo. Aprende a argumentar cuando encuentras resistencia y a callar cuando solo va a suponerte un desgaste emocional que no merecerá la pena.
- Aléjate de las personas que ejercen un machismo tóxico. El típico amiguete que bromea siempre a costa de su pareja mujer, de las mujeres en general o hace continuamente comentarios "en broma" porque sabe que no podría hacerlos en serio.
- Observa el comportamiento de las y los menores que tienes cerca. Hay actitudes machistas que deben señalarse pronto para que se asuman como tales. No rías la gracia a un niño que tira del pelo a una niña porque "amor querido amor reñido" ni digas a una niña que "no es nada" y le han tirado del pelo "porque le gustas"
- Si hay menores en casa vísteles y cálzales de forma que puedan correr y saltar libremente sean niñas o niños. Alaba las actitudes de independencia, fortaleza y libertad por igual sean de uno u otro sexo. No fomentes la dependencia, la sumisión y la pasividad en ellas.
- Divide las tareas del hogar entre tod@s sus miembros. Ponles un valor económico. Haz ver que el trabajo del hogar es un trabajo que tiene valor, se pague o no, y muestra el trabajo del mantenimiento familiar como un trabajo de equipo.
- Si en algún momento tienes que hablar en público busca citas, referencias y ejemplos de mujeres.
- Cambia los cuentos infantiles para que no siempre los príncipes rescaten y las princesas sean rescatadas. Que no siempre las malas sean madrastras y hermanastras, o brujas. Que no siempre los cazadores sean hombres.
- No identifiques a machismo con hombre, o patriarcado con hombre. El machismo es un comportamiento. El patriarcado es un sistema. Eso sí, no olvides que el hombre es, en ese sistema, quien tiene todos los privilegios que el sistema otorga.
- No confundas el machismo "gentil" (que una mujer no pague en una discoteca, por ejemplo) con privilegios de las mujeres. Ejemplos como el anterior son la muestra de que se nos usa como "cebo" para atraer hombres.
- Si eres un hombre, no invadas el espacio personal de una mujer. Y si te dicen hasta aquí, para. Sea cual sea el contexto previo. Si eres una mujer, aprende a saber cuáles son los límites a partir de los cuáles te sientes incómoda. Y si quieres que se llegue hasta un punto dilo sea cual sea el contexto previo. Tienes derecho a cambiar de opinión.
- No vuelvas a poner como excusa que hay otros países donde las mujeres están peor. No queremos cambiar el mundo a peor, queremos cambiar la situación ahora. Hablamos de qué puedes hacer tú para combatir el machismo: por lo pronto, deja de aplaudirlo y justificarlo.
- Posiciónate. Ante las violencias contra las mujeres no vale decir " ni feminista ni machista". Lo contrario del feminismo es la desigualdad y la desigualdad, sin sus bases pierde el poder. Por el contrario, la desigualdad, ante la indiferencia crece y se hace extrema.
Recuerda que es imposible que tú cambies y todo alrededor permanezca igual. Solo con estos pequeños cambios tú puedes marcar la diferencia sin esperar a que cambien las leyes, sin esperar a que pasen lustros o décadas, sin necesidad de presupuestos o cambios políticos.
Por qué es imprescindible que toda la sociedad actúe contra la violencia machista
María S. Martín Barranco Evefem.com