JULIA, OTRA MUJER ASESINADA
Lágrimas, condolencias, flores, lamentaciones, fotos, declaraciones, mensajes en pancartas y discursos repetidos y si hace falta también los lacitos blancos… Pero tú y yo sabemos lo que es padecer la más amarga de las soledades, el peor de los desamparos, el más triste abandono. Tu y yo sabemos que cuando una mujer es víctima de malos tratos no solo es víctima por estar en el punto de mira de un machista violento, canalla, obstinado y perverso, no solo se es víctima de un personaje falso y traidor, de maldad en vena y sin reinserción posible…
Lágrimas, condolencias, flores, lamentaciones, fotos, declaraciones, mensajes en pancartas y discursos repetidos y si hace falta también los lacitos blancos… Pero tú y yo sabemos lo que es padecer la más amarga de las soledades, el peor de los desamparos, el más triste abandono. Tu y yo sabemos que cuando una mujer es víctima de malos tratos no solo es víctima por estar en el punto de mira de un machista violento, canalla, obstinado y perverso, no solo se es víctima de un personaje falso y traidor, de maldad en vena y sin reinserción posible…
Se es víctima además de una legislación que a pesar de haber sido elaborada a golpe de muertes, se aplica con timidez, una legislación pobre en recursos e incompleta y es, desde luego, una legislación ineficaz….
Y también de la Justicia, que a fuerza de ser asépticamente justa, puede llegar a sentenciar a una víctima a la condena eterna de la muerte. Porque tú y yo sabemos que desde el ilustre sillón de Su Señoría es imposible conocer hasta donde es capaz de maquinar la mente perversa y retorcida, los bajos y miserables instintos de un vil maltratador.
Y víctima de unas instituciones tan politizadas como ineficaces, ancladas en una peligrosa pasividad, de espaldas a la realidad y carentes de un auténtico compromiso con las necesidades de la mujer actual unas instituciones de una irresponsabilidad que hacen estremecer.
Y víctima en fin de una sociedad que se cree avanzada, que se cree moderna y progresista y no se reconoce enferma de un machismo tan descarado y tan cruel que en peligroso juicio paralelo sigue culpando y condenando a la víctima como única responsable, mientras que con frivolidad e indiferencia, sigue mirando para otro lado.
Julia…. donde quiera que estés, descansa en paz, mujer, aquí te recordamos y seguiremos luchando por tu causa que es también la nuestra.
Y también de la Justicia, que a fuerza de ser asépticamente justa, puede llegar a sentenciar a una víctima a la condena eterna de la muerte. Porque tú y yo sabemos que desde el ilustre sillón de Su Señoría es imposible conocer hasta donde es capaz de maquinar la mente perversa y retorcida, los bajos y miserables instintos de un vil maltratador.
Y víctima de unas instituciones tan politizadas como ineficaces, ancladas en una peligrosa pasividad, de espaldas a la realidad y carentes de un auténtico compromiso con las necesidades de la mujer actual unas instituciones de una irresponsabilidad que hacen estremecer.
Y víctima en fin de una sociedad que se cree avanzada, que se cree moderna y progresista y no se reconoce enferma de un machismo tan descarado y tan cruel que en peligroso juicio paralelo sigue culpando y condenando a la víctima como única responsable, mientras que con frivolidad e indiferencia, sigue mirando para otro lado.
Julia…. donde quiera que estés, descansa en paz, mujer, aquí te recordamos y seguiremos luchando por tu causa que es también la nuestra.