IGUALDAD
La igualdad no es solo una palabra de
moda. La igualdad es un derecho. Por tanto, debe ser una actitud ante la vida en general y en la
pareja en particular.
Recuerda siempre que una cosa es que hombres y
mujeres sean por naturaleza, diferentes y otra muy distinta que sean
socialmente desiguales.
En la relación de pareja hay que buscar siempre, el equilibrio.
AUTOESTIMA
Cultiva y trabaja tu autoestima
personal como un valor fundamental que siempre ha de acompañarte. Una
autoestima óptima y un saludable autoconcepto, serán sin lugar a dudas, las mejores armas contra la
violencia machista.
NO AL MACHISMO
El machismo es la semilla donde
germinan los malos tratos a las mujeres. Hay manifestaciones machistas muy claras y
manifiestas y hay otras soterradas, camufladas, disimuladas….son los llamados
micromachismos. A lo largo de tu vida te
vas a encontrar con los dos. Identifícalos y recházalos siempre, vengan de donde
vengan.
NO A LA VIOLENCIA
La violencia es despreciable en
cualquier situación, en cualquier caso, en cualquiera de sus manifestaciones,
pero recuerda que la violencia hacia la mujer tiene características específicas, diferentes del resto de las violencias, que tienes el deber como mujer y como persona de conocer para identificarla y
prevenirla y/o combatirla.
NO A LA CULPA
La culpa es un sentimiento muy
negativo y destructor. No permitas jamás que nadie te haga sentir culpable por nada.
Recuerda que toda culpa espera un castigo, por eso, es uno de los sentimientos
más potenciados por el maltratador.
VIVIR EN UN MUNDO REAL
Vive y acepta con dignidad
el mundo real en el que vives y considera un deber trabajar por mejorarlo y
nunca olvides que las princesas y los príncipes solo habitan en los cuentos.
Que los sueños no nublen nunca tu capacidad de
razonamiento.
PEDIR AYUDA
Es la séptima regla. Si a pesar de todo
lo anterior, te ves atrapada en esa especie de tela de araña del maltrato, de
la que no puedes escapar sola, pide ayuda.
Hay situaciones muy complejas donde una mujer puede sentirse perdida,
confundida, paralizada.
Busca ayuda, porque la salida siempre es posible.
Solo hay que buscar la más adecuada a tu situación.
Recuerda que el punto y
final lo tienes que marcar tú.