Se llama Azul y es muy joven. A
pesar de eso, ya ha tenido la valentía de dejar a un lado al maltratador y
elegir la senda de la recuperación y la libertad.
Enhorabuena Azul!!!
Copiamos literalmente en el blog
el testimonio que nos ha enviado esta joven, en la seguridad de que le será útil a alguna
mujer en cualquier lugar del mundo. C.M.
Te mando una carta que hice en
terapia hace un par de meses… Ya que solo hace 6 meses que salí de esa
historia... Estuve con él, lo deje y lo denuncié, volví a caer en su trampa y
por definitiva me volví a separar como te dije hace 6 meses...
"¿Por qué me has hecho tanto daño?
Cuando te conocí, pensaba que
eras lo mejor que me estaba pasando en mis 21 años, que equivocada...!!!
Al principio me hacías sentir y
vivir cosas buenas, nueva e INCREIBLES! Pude disfrutar de un hombre, bueno, cariñoso,
simpático, atento...
Pero en poco tiempo, todo lo
contrario, era todo una triste mascara.
Para mí como ya he dicho era todo
nuevo y precioso, no podía pedir más, lo tenía todo, trabajo, mi familia, mis
amigos era prácticamente independiente, al menos eso me creía. Llega el día que
me voy a vivir contigo y ¿Para qué? Para quitármelo todo? Para amargarme?
¿Por qué cambiaste tanto?
Sí que es verdad que tuvimos un tiempo que era
todo genial. Hasta que la máscara empezó a molestarte, poco a poco me fuiste
demostrando tus celos, tus manías... Pero tampoco le di importancia.
Hasta que por tus absurdas
excusas (que de esas tienes muchas) me pusiste la mano encima. Ese día yo creía
tener mis ideas muy claras y quise irme. Te lo dije y fue peor todavía. Como no
me dejaste, intenté escaparme, entonces ya, sí que fui lo peor que pude hacer,
ya que no me salió bien.
Después de ese día ya sí que no
te costó volverme a tocar, tampoco a no parar de humillarme y hacerme creer que
no valía para nada! Lo peor de todo, es que sabias perfecamente como hablar y cómo
hacer para que yo me creyese que no era más que una inútil, que no sabía hacer
nada, que nada más que metía la pata en todo o bien te hablaba mal, la ropa no
era de tu agrado, tenías mil y una excusa más.
Cuantas palizas me has dado?
Ni te imaginas lo mal que me he
podido sentir, tú no sabes lo que es estar las 24h pendiente de una persona, de
tus gestos, de tus palabras... para así saber cómo estabas, si te enfadabas,
estar a todas horas controlando para no hacer nada "mal" y no
"ganarme" otra paliza como tu decías, me las ganaba yo, por las
amigas que tenía, por no ser tú el primer hombre en mi vida o simplemente por
dormirme sin mantener una relación sexual.
Después de cada golpe, cada
insulto, me llorabas, pedias perdón, diciéndome que me querías, que no volvería
a pasar. Tú y las películas varias que tienes en la cabeza…
Lo que menos dolía eran los
golpes, dolían más tus palabras, insultos, humillaciones... Luego te dio por
decir que todo eso era culpa de tu adicción a las drogas.
Te creí, intente ayudarte.
Te busque trabajo, para que
estuvieras entretenido, lo conseguí. Conseguí que no consumieras nada, que
trabajaras y según tú en ese momento empezaba tu cambio, un cambio que no quise
esperar a ver, no aguantaba más a tu lado, quería ver a mi familia, mis amigos,
mi gente, ver a todos aquellos de los que me habías apartado. Quería volver a
ser yo.
Me fui, te denuncie...
Pero te quería, tenía ganas de
verte, te echaba de menos, hasta que un día salí con amigas donde sabía que te podía
ver, así fue, te vi! De nuevo me hiciste ver a aquel del principio, aquel
hombre bueno, cariñoso... el de la máscara.
Además, parecía que no tenías ni rencor por la
denuncia!!!
Me volví a ir contigo, decidiendo
y apostando de nuevo por ti, dejando a mi familia de lado, sin explicaciones.
Esta vez duro más la máscara,
pero eso formaba parte de tu juego.
Hacerme creer que habías cambiado
para quitarte la denuncia, era eso lo único que te importaba, porque ni me
querías, ni me has querido nunca!
Y así me lo hiciste ver, en el
momento en el que te dije que quería ver y hablar con mi familia. Ahí de nuevo,
otra de tus batallitas, de esas que no eres valiente ni para enfrentarlas tu
solo. Siempre tenías que amenazarme con otros objetos….
Pero ese día te topaste con una
mujer que ni yo misma se aún de donde saque la rabia y el coraje para plantarte
cara!!!
Pero fuiste tú y solo tú quien me
hiciste sacar ese sentimiento de que ya me daba igual que me dejaras en el
sitio. Como ese sentimiento de desilusión y rabia de estar al lado de un tipo
que no tiene ni estomago de ver a una persona suplicándole de esa manera que
pararas, pero en esos momentos tu más te crecías, súper orgulloso de lo
"machote" que eras ¿no?
Sacaste toda tu rabia por la
denuncia de la primera vez.
Volví a irme, pero esta vez fue
en serio. Me fui odiándote, porque creía que nunca iba a volver a ser la misma
de antes de conocerte...
Ahora después de estos meses
lejos de ti, puedo decirte que lo único que te tengo es asco! Asco por hacérmelo
pasar tan mal, por hacerme tanto daño, por haberme cambiado toda mi vida de
repente.
Tú no sabes lo que es la angustia
de verte sola y lejos de tu familia.
No sabes lo que es tener esos
amargos recuerdos, acordarte de todo lo que he vivido a tu lado, de sentirte
impotente por todo lo mal que lo he pasado, simplemente por haberme enamorado,
por haber querido a un hombre (si se te puede llamar así) por tener que
acostumbrarte a una vida que no quieres, mientras tú sigues haciendo la tuya a
tu pleno gusto. No sabes lo que es tener que vivir con miedo por no darme
cuenta antes de lo mangante que eres.
A todo esto, también saco muchas
cosas buenas; me has hecho madurar mucho, ahora sé lo que valgo y lo que
merezco, por eso estamos cada uno en su lado.
También has hecho que cada día te
tenga más rabia y asco, al mismo tiempo que cojo más coraje para salir de todo
esto, cuando por desgracia tengo que verme en el cuerpo, las marcas que me has
dejado.
Dicen que no se desea nada malo a
nadie, yo solo te deseo que te veas tan solo y te sientas tan inútil como me he
sentido yo. Que en algún momento sientas la angustia de tener que suplicarle a
alguien, que dependas de alguien porque tu solo no seas nadie. Con que algún día
llegues a sentir eso o simplemente que te de igual vivir o no, yo ya tengo
bastante.
Me queda poco para volver a verte
y a diferencia de hace tiempo, por lo único que estoy nerviosa, es por tener
que recordar muchos momentos amargos. Porque a día de hoy, te digo, que sí, tú
has marcado mi vida y como te he dicho me tendré que acordar en muchas
ocasiones de ti, pero te tendré siempre en el recuerdo para que no se me olvide
lo que no tengo que tener a mi lado, lo que no me merezco ni yo, ni cualquiera otra mujer.
Por eso te deseo que te quedes
solo, porque nadie se merece una compañía como la tuya.
Ya me despido y lo hago dándote
las gracias por algo. Y es que a pesar de todo lo malo, gracias a tu paso por
mi vida, me has hecho valorar más lo que tengo, lo que quiero y lo que soy.
Azul "