Una vez mas queremos incidir en el hecho de que la PREVENCIÓN es la clave de la lucha contra el maltrato hacia la mujer.
Veamos, una vez mas algunas de las señales de alerta, -tal vez las más básicas pero infalibles- que nos ayudarán a identificar a un hombre machista violento, es decir a un maltratador. Si observa algunos de estos comportamientos, ya sabes, enciende la alarma y busca ayuda rápidamente.
El maltratador es excesivamente celoso y muy posesivo (p.e. necesito saber que
eres solo mía…. te quiero tanto que no
podría vivir sin me abandonaras…. porque
yo te quiero más que nadie te querrá nunca… prefiero morir a vivir sin ti… etc.)
El maltratador se irrita fácilmente si se le ponen
límites o se le lleva la contraria, no soporta que se le contradiga, necesita
imponer su criterio como manifestación de poder.
El maltratador no controla sus impulsos pudiendo tener
reacciones desproporcionadas y violentas de las que después pide perdón.
El maltratador culpa a otros/as de sus problemas, por
ejemplo, la culpa es tuya, tu no me
entiendes, tú me provocas, si no fuera que porque tu… O bien aquello de… es que
tuve muy mala infancia, es que nadie me ha querido, es que soy depresivo, es que
necesito ir al psicólogo...
El maltratador experimenta cambios bruscos de humor que te dejan desconcertada.
El maltratador cuando se enoja, actúa con violencia; rompe cosas, conduce peligrosamente deprisa,
es decir, impone su criterio con violencia, infundiendo así temor.
El maltratador cree que la mujer debe estar siempre
subordinada al hombre. Es un machista recalcitrante, no concibe a una mujer
como un ser igual, sino siempre sometida.
Un maltratador puede que haya maltratado a otras mujeres
de palabra o de hecho. Estos individuos manifiestan esta tendencia desde muy temprana edad, es
decir, en su vida suele haber un reguero de mujeres a las que de una u otra
manera, ha maltratado.
El maltratador tiene una baja autoestima que manifiesta
con una autoestima inflada. Le sería de aplicación el dicho “dime de que
presumes y te diré de que careces”
En definitiva, si algunas veces sospechas acerca del
comportamiento de tu pareja, ten cuidado. Tu sospecha puede ser tu primer
aviso. Busca información y pide ayuda. Ahora es el momento.
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