Principales consecuencias
psicopatológicas en las mujeres víctimas de malos tratos:
DEPRESIÓN:
La depresión se caracteriza por una alteración de la afectividad con estado de
ánimo triste asociado a la angustia con sentimientos de culpabilidad, falta de
ilusión por vivir, trastornos terminales en el sueño, retardo psicomotor,
desesperanza y a veces incluso tendencia al suicidio. También son habituales
alteraciones tales como disminución y/o aumento del apetito, insomnio o
hipersomnia, dificultad de concentración, disminución del impulso sexual, etc.
La depresión
se mantiene por reforzamiento negativo, es decir, por la falta de habilidades
sociales y/o no reforzar de las habilidades de que se disponen.
La depresión
surge por sentir un concepto negativo de una misma, del mundo frecuente e
irreversible y aparece cuando ninguna respuesta controla la violencia que
padece y cuando se comprende que el comportamiento del agresor es completamente
independiente de esa respuesta.
Como
consecuencia de la depresión que se desarrolla, hemos de destacar la aparición
de ideas suicidas, como única alternativa de la víctima, en ocasiones, de
terminar con la situación que está viviendo y poner así fin a su sufrimiento.
LA ANSIEDAD:
Se define como “una emoción compleja, difusa y desagradable que se expresa por
un sentimiento de temor y tensión emocional y que va acompañada de
sintomatología somática. Es un estado emocional consistente ante reacciones de
peligro y/o amenaza.
Una cualidad
básica de la ansiedad es su carácter anticipatorio, lo que le otorga un valor
funcional importante, puesto que posee una utilidad biológica-adaptativa, que
se convierte en desadaptativa cuando se anticipa a un peligro. En la víctima de
malos tratos, la ansiedad estará permanente en todo momento, siendo mayor
cuando se predice el inminente momento de violencia inmediata.
La ansiedad
no desaparece nunca. Irá disminuyendo cuando el maltrato se haya disuelto y su
recuperación psicológica esté avanzada.
La ansiedad
será mucho mayor si las habilidades sociales son escasas o no se manejan
adecuadamente.
TRASTORNOS
POR ESTRÉS POSTRAUMATICO: Es un trastorno donde la ansiedad es la protagonista
absoluta. Este trastorno aparece a posteriori de una experiencia muy impactante
(como el maltrato) que aparece normalmente unos tres meses después del momento
activador. Su duración es como mínimo de
seis meses, a partir por supuesto, de que la situación de maltrato se haya erradicado
completamente. Cuando aparece al mes siguiente de finalizar el trauma, hablamos
del trastorno por estrés agudo.