viernes, noviembre 30, 2012

LOS MALOS TRATOS, HASTA CUANDO....?

Los malos tratos hacia la mujer no suelen terminar con el mero cese de la convivencia de la pareja,  ni con la separación/divorcio, ni con la denuncia y la orden de alejamiento. Los malos tratos generalmente, continúan perpetrándose -de una u otra forma- a lo largo de mucho tiempo, en algunos casos, a lo largo de muchos años.
Por eso, es frecuente que las mujeres víctimas se pregunten durante mucho tiempo… Hasta cuando? Es que esto no tiene final? Se cansará algún día?
Pero los malos tratos  no son un recorrido, no son una trayectoria ni un camino a recorrer, no un fin en sí mismos. Los malos tratos es la herramienta, el medio, el método que usa el maltratador para imponer su criterio y seguir castigando la falta de obediencia a sus principios de una mujer que él considera una cosa de su propiedad. Y si no puede implantar su terror de  manera directa, lo hace  a distancia, o a través de terceros (normalmente hijos/as). En fin,  lo hace como puede, pero lo hace y lo seguirá haciendo. 
Y esto es así invariablemente, ya sea de una forma abierta o soterradamente, aun cuando los propios Tribunales de Justicia lo hayan condenado.   Tratará -siempre- de encontrar una fisura por donde colarse en la vida de la víctima.  Y lo llevará a cabo siempre que pueda, con total naturalidad porque es algo para lo que se siente legitimado, es decir, él considera que tiene derecho a hacer lo que hace.  Y por si esto fuera poco, la estructura mental del maltratador es tan rígida que podemos afirmar que es prácticamente imposible que varíe ni un ápice.
Y es que el maltratador no puede vivir de otra forma, no sabe ser de otra manera. Necesita acechar y palpar el miedo que es capaz de infundir a la víctima para renovar esa hombría que ella ha puesto en entredicho al romper la traza que él le había marcado.
“Tu miedo y tu dolor son mi vitamina”, decía un maltratador.
Como las alimañas, el maltratador se alimenta del poder que impone, del dolor que genera, de la sangre que succiona. El dolor de la víctima garantiza su triunfo, su supervivencia. Y son estos unos hechos que no admiten cambios.

                                                                             ***
Mujer… 
Tú ya lo conoces y sabes lo caro que se paga contradecirle. No busques la lógica en su comportamiento, no busques más razonamientos porque el propio maltrato es su lógica y su razón de ser. Es más, a estas alturas ya no debería asombrarte su comportamiento tiránico y canalla. 
Viniendo de él, no esperes jamás otra cosa que no sea la continua manifestación de su maldad infinita, ni  te asombres de lo que te haga llegar, porque su cometido no es otro que masacrarte. Digamos que vive para ello,  que se alimenta de ello. Y lo llevará a cabo sin reparar ni en el fondo ni en las formas,  aunque se juegue la vida.  Y esto es así porque lo contrario le produce una profunda frustración y una gran asfixia.
Si eres capaz de entender este mecanismo, sufrirás mucho menos y sobre todo, entenderás lo inútil que esperar el cambio que nunca llegará. 
No le des la satisfacción de que consiga el objetivo de torturarte. 
Es inútil cualquier intento por tu parte de “entender” la situación. No podrás y habrás agotado todas tus energías, toda tu fuerza, toda tu voluntad y te vencerá tanta frustración porque solo obtendrás lo mismo repetido.
Es mucho más práctico que el cambio se produzca en ti, que comiences a ver las cosas de forma diferente.  Es mucho mejor que canalices tu energía interior hacia ti misma, que inviertas en ti, en vivir o en sobrevivir, en quererte, en crecer, en convertirte en una mujer tan fuerte, tan poderosa, con tanta firmeza que seas capaz de ver su maldad como lo que es, como la patética reacción de un vulgar maltratador.
Tu cambio, hará de ti una mujer tan fuerte, que ya no te queden fisuras por donde pueda colarse ni un soplo de sus perversas  intenciones. 
Es un aprendizaje, inténtalo, poco a poco, a pequeñas dosis, verás como lo consigues.
Cuídate y recuerda siempre que lo que consigas no solo será un logro personal, sino que se hará extensivo, automáticamente a todas las mujeres, algo de lo que algún día, te sentirás muy orgullosa.
                          

"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia."
HONORÉ DE BALZAC

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