No debe haber mujer
maltratada que no haya sido acusada reiterada y despreciativamente por su agresor de puta y de
loca. Estas dos palabras constituyen el maltrato verbal preferido, el elegido,
yo diría que, unánimemente por todos los maltratadores. Es el maltrato verbal por
excelencia y se da en la práctica totalidad de los casos de violencia contra la
mujer.
Por qué puta????
Para la mente cerrada,
retorcida y machista de un maltratador, este es
el más grave y vergonzoso insulto. Es lo
más ofensivo y denigrante, lo más humillante
y lo peor. Es justo lo contrario de ser una buena mujer, decente,
como “Dios manda”.
Al acusarla de indigna
infiel el maltratador considera que la deja totalmente desacreditada como mujer ante la
sociedad, por tanto, le otorga con ello el derecho de poder castigarla “con todas las de
la ley”.
Pero además, con esta acusación consigue crear
un gran sentimiento de culpabilidad en
la mujer que no sigue los cánones machistas. Porque a los ojos del agresor, la mujer que no le obedece que no va por el carril que él le ha marcado es, por tanto, una descarrilada, es
una transgresora, es una desviada, es en definitiva, una puta. Y si bien toda
culpa merece un castigo, ser puta lo
merece doblemente.
Con esto consigue “justificar” su mano dura para con ella al tiempo que reafirma y garantiza su inocencia, al pretender llevarla por “el buen
camino”. Al mismo tiempo, deja muy claro que si la ha golpeado, no ha sido por
su voluntad propia, sino por la conducta desviada de ella, por su actitud díscola y el
enfrentamiento a la autoridad que como hombre le corresponde.
Por qué loca???
"Está loca, no sabe lo
que dice…."
Pues porque como se
puede denominar a una mujer que pretende
nada mas y nada menos que transgredir
los parámetros machistas que él le ha impuesto? Como se puede llamar a quien
osa llevarle la contraria y pretendiendo
además, llevar una vida independiente, sin el halo protector
masculino?
Pero además, el maltratador
alimenta conveniente y adecuadamente el supuesto desequilibrio mental de su
víctima, de forma reiterada porque con ello se garantiza una magnifica
coartada ante la sociedad.
Mientras tanto, la
víctima actúa como si ella fuera realmente
una desequilibrada, como si se estuviera volviendo loca..... En primer lugar porque se siente sin capacidad mental para entender
absolutamente nada de lo que le está pasando. Después, porque el propio
maltrato psicológico a que el agresor la tiene sometida le merma sus facultades
mentales, dejándola al mínimo de sus posibilidades. Y además, porque él se lo reitera tanto que ella termina dudando de
su propio equilibrio mental con lo cual él, consigue perfeccionar así su
“trabajo”.