El día en que por fin, tomas la decisión, firme, de alejarte del maltratador, ese día
dejas de ser una víctima para convertirte en una superviviente.
Mas siempre he dicho que el maltrato no termina con la mera
separación física del agresor, ni con la
denuncia, ni con la orden de
alejamiento, ni con todas esas recomendaciones que te dan los “expertos” y las
“expertas” y toda persona que no tienen ni idea de qué va esto. Como corresponde a las grandes catástrofe, (y el maltrato lo es) la onda expansiva es igualmente, devastadora.
Conozco el maremágnum en que se convierte la
cabeza de una en estas circunstancias. Es como si fuera un disco duro de ordenador, totalmente lleno, ocupado, enmarañado y con un montón de
virus, que habría que formatear. Con ideas que van y vienen y se superponen, a velocidad de vértigo… con todo un universo de dudas, temores de
todo tipo.... y mucha, mucha culpabilidad. Con una tristeza que es muchísimo mas grande que tu.
Porque lo que has vivido se llama maltrato. Por tanto, no puedes
sentirte de otra manera. Se ha atentado contra todos tus sentimientos, se ha apaleado grave y reiteradamente tu mundo emocional, ha conseguido que se tambaleen los pilares de tu
propia existencia… Se te ha puesto muchas veces al límite… Has vivido miles de explosiones
internas y ahora estas extremadamente sensible.
Es como si todo te afectara, todo te emocionara, como si todo te superara. Y es que todo ese maremágnum tiene que sedimentar, asentarse en tu mente, hasta que llegue, con el paso del tiempo, el equilibrio a tu vida.
Es como si todo te afectara, todo te emocionara, como si todo te superara. Y es que todo ese maremágnum tiene que sedimentar, asentarse en tu mente, hasta que llegue, con el paso del tiempo, el equilibrio a tu vida.
Y mientras tu luchas por vivir, vendrán días de retroceso, de arrepentimiento, días
de lágrimas, ansiedad y desesperación. Pero ten paciencia, mujer, que también existen bellos amaneceres
en que podrás apreciar el azul claro de
un nuevo día y el dorado brillante del sol. Y vendrán sin duda días de risas y libertad.
Date tiempo, mujer, date tregua en este difícil proceso
de superación que estas viviendo. No te tortures más, se generosa, indulgente y cariñosa contigo misma. Acepta tu realidad
con inteligencia y sabiduría y aprende
de lo que estás viviendo. Dosifica tus energías y no las malgastes
pensando en quien no merece tus pensamientos.
Ahora, el centro de tu vida eres tú. No te enfrentes a ti misma, acéptate tal como eres y lucha siempre a tu favor.
Ahora, el centro de tu vida eres tú. No te enfrentes a ti misma, acéptate tal como eres y lucha siempre a tu favor.
Y no dudes más de ti porque la razón y la verdad
están de tu parte. La justicia está de tu parte. La naturaleza está de tu
parte… La vida entera está de tu parte.
Aleja de ti todo pensamiento que te provoque malestar. Suelta la culpa y deja que
el viento se la lleve. Suelta el pesado lastre
de las cargas innecesarias, suelta todas las amarras, porque ya no eres una víctima.
Ahora eres una superviviente.
Ahora eres una superviviente.
Y el mérito de ser superviviente es exclusivamente tuyo. Tú
has tenido la voluntad y la intención. Tú has puesto el empeño, la valentía, la
fuerza, el coraje para poner fin, para romper esta cadena
interminable de dolor.
Eres una superviviente porque has quedado por
encima de todas las trabas, de todos los
obstáculos, has vencido a la mente perversa, a la mano traidora, has
sobrevivido al zarpazo canalla del maltrato.