Aunque su comportamiento nos resulte enfermizo y no encaje en los cánones de lo que entendemos por normal, el maltratador NO es un enfermo.
Los trastornos de la personalidad no entran en el terreno de la patología. Todos y todas hemos tenido experiencias que nos han construido como personas. Es decir, cada persona, somos el resultado de nuestra propia experiencia de vida. Y por lo general, sabemos utilizar esas experiencias para que nos hagan crecer y aprender. Pero hay quienes no saben extraer enseñanzas positivas de lo que les sucede y se convierten en seres atormentados, sin valores humanos o sociales, que hacen sufrir a todas las personas que se cruzan en su camino. Cuando esto, además, está respaldado por la cultura patriarcal imperante en la sociedad, da como resultado un machista violento, es decir, un maltratador.
Si tú has tenido la mala suerte de cruzarte con uno en tu vida, quizá creas que él, por amor, cambiará, porque el amor todo lo puede, e incluso pensarás que tu caso es diferente al de otras mujeres maltratadas. Pero él JAMAS cambiará por mucho que lo jure y lo prometa. La mayoría de las veces ni siquiera es posible con ayuda especializada.
No te engañes... no destruyas tu vida... huye a tiempo!!!
