EL PERDEDOR
Muy pocas relaciones comienzan de otro modo que no sea amabilidad y dulzura. Al principio, la "luna de miel" de la relación, es difícil precisar con qué tipo de persona estás saliendo. Ambos sois precavidos, tratando de obtener información sobre la otra persona sin parecer un detective de la policía.
Una relación romántica puede se maravillosa con la persona adecuada. Pero una relación con la persona equivocada puede dar lugar a años de dolor, daño emocional o social e incluso daño psicológico. Una pareja adulta dañina puede dañarnos a nosotros, a nuestro seres queridos e incluso el modo en que interpretaremos el amor y el romance en el futuro. Pueden transformar lo que se supone que es una relación de comprensión, amor y apoyo, en una "atracción fatal" como la descrita a menudo en el cine. Existe una gran variedad de malas elecciones con las que podemos encontrarnos cada semana, la mayoría de ellas fáciles de identificar y evitar. Todos sabemos evitar personas que parecen trastornadas o abusivas y no elegirlas como parejas. Sin embargo, algunas personas son mejores que otras para ocultar sus alteraciones de personalidad y conducta. Con la intención de prevenir acerca de estos dañinos individuos, este artículo describe un tipo de persona que se encuentra a menudo en escena al buscar pareja, un hombre o una mujer llamado "el perdedor".
"El perdedor" es un tipo de pareja que ocasiona un gran daño social, emocional y psicológico en la relación. Tiene características permanentes de personalidad que ocasionan este daño, las cuales son características que ellos simplemente aceptan como el modo en que son y no consideran un problema o dificultad psicológica. En cierto modo, siempre han vivido con esta personalidad y conducta, siendo algo que aprendieron probablemente de sus familias. Los psicólogos tratan a menudo a las víctimas del "perdedor", mujeres y hombres que llegan a la consulta gravemente deprimidos, con su autoconfianza y autoestima totalmente destruidas.
La siguiente lista es un intento de esbozar las características del "perdedor" y proporcionar un modo de que mujeres y hombres puedan identificar relaciones potencialmente dañinas antes de verse severamente dañados ellos mismos emocional o físicamente. Cuando estén presentes un gran número de estos rasgos, no se trata de una probabilidad o posibilidad: te hará daño si permaneces en esa relación.
1. Maltrato. El "perdedor" te hará daño a propósito. Si te golpea, retuerce tu brazo, te tira del pelo, te empuja o rompe tus objetos personales, aunque sea sólo una vez, déjale. Los hombres de este tipo a menudo comienzan con conductas que te hacen moverte físicamente o golpean la pared. Las mujeres a menudo abofetean, dan patadas o incluso pegan con el puño a sus parejas masculinas.
2. Apego rápido. El "perdedor" tiene emociones y conexiones con los demás muy superficiales. Una de las cosas que puede atraerte de esta persona es lo pronto que te dice que te quiere o desea casarse contigo o comprometerse. Por lo general, en muy pocas semanas escucharás que eres el amor de su vida, que quiere estar contigo para siempre y que desea casarse contigo. Te hará regalos, te hará numerosas promesas y te inundará de atenciones y gestos amables. Esta es la fase de "luna de miel", en la que te atrapa y te convence de que es lo mejor que te ha pasado nunca. Recuerda el dicho "si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo es". Así, te sentirás tan abrumado/a por sus muestras de atracción instantánea, compromiso instantáneo y planes instantáneos para el futuro, que te perderás el dato principal: ¡que no tiene sentido! Por lo general, las personas sanas requieren un largo proceso para desarrollar una relación debido a que hay mucho en juego. Esperarán a tener mucha información antes de ofrecer un compromiso; no tres semanas. Es cierto que podemos sentirnos fascinados por otras personas con rapidez, pero no hacer esas promesas tan poco realistas ni planear el futuro después de tres citas. Ese rápido enamoramiento es un signo de emociones superficiales que más tarde llevarán al "perdedor" a alejarse de ti tan rápido como se comprometió. El "perdedor" por lo general quiere irse a vivir contigo o casarse contigo en menos de cuatro semanas o muy pronto en la relación.
3. Temperamento atemorizante. El "perdedor" tiene un carácter que asusta. Si tu pareja estalla y hace cosas peligrosas como conducir demasiado deprisa porque está enfadado, romper o arrojar cosas, meterse en peleas, o amenazar a otros, ese temperamento se volverá pronto en tu dirección. Al principio de la relación serás testigo de actos violentos: peleas con otros, amenazas a otros, estallidos violentos contra otros, etc. También oirás hablar de violencia en su vida. Verás y serás testigo de este temperamento (arrojar cosas, gritar, maldecir, conducir deprisa, golpear las paredes y dar patadas a las cosas). Eso servirá para intimidarte y hacer que temas su potencial de violencia, aunque el "perdedor" te asegurará enseguida que está enfadado con otros o con situaciones, no contigo. Al principio te asegurará que nunca dirigiría su hostilidad y violencia hacia ti, pero te está dejando ver claramente que tiene la habilidad y capacidad para hacerlo (y podría suceder). Más tarde temes retarlo o enfrentarte a él o ella, temiendo que esa misma violencia pudiera volverse hacia ti.
4. Destruir tu auto-confianza. El perdedor te rebaja con frecuencia. Constantemente corrige tus más pequeños fallos, haciéndote sentir en guardia, poco inteligente y dejándote con la sensación de que siempre estás haciendo algo mal. Te dice que estás demasiado gordo/a, muy poco atractivo/, que no hablas correctamente o no tienes buena presencia. Esta erosión gradual de tu confianza y autoestima le permite tratarte mal después (como si te lo merecieras). En público te verás andando con mucho cuidado, siempre con el temor de que puedes estar haciendo o diciendo algo incorrecto que más tarde dé lugar a un estallido emocional o una discusión.
5. Privarte de apoyo externo. Para controlar a alguien completamente, has de alejarlo de sus amistades; a veces incluso de su familia. El perdedor piensa que tus amistades o familiares podrían influirte o tener opiniones negativas sobre su conducta. Comienza diciéndote que tus amigos te tratan mal, se aprovechan de ti, y no entienden el tipo especial de amor que compartís. A veces, si no puede librarse de tu mejor amigo/a de tu mismo sexo, te dirá que se le ha insinuado. Si hablas con tus amistades o familiares, el perdedor te castigará haciéndote numerosas preguntas o acusaciones desagradables. Finalmente, en vez de tener que soportar el castigo verbal, interrogatorio y abuso, llegarás a la conclusión de que es mejor no hablar con tus familiares o amigos. Te alejarás de tus amistades y familiares, de modo que se sentirán molestos contigo. El perdedor te dirá entonces que te están tratando mal de nuevo y que será mejor que te mantengas lejos de ellos. Una vez que estás solo/a y aislado/a, sin apoyo, su control sobre ti aumentará.
6. El ciclo de amabilidad y mezquindad. El "perdedor" oscila entre mezquindad y amabilidad continuamente. El ciclo comienza cuando son intencionadamente dañinos y mezquinos. Serás víctima de abuso verbal, serás maldecido/a y te amenazará por algo sin importancia. De repente, al día siguiente se vuelve dulce y hará todas esas pequeñas cosas que hacía cuando empezasteis a salir. Tú sigues ahí, esperando que cada uno de estos ciclos sea el último. El otro propósito de este ciclo de mezquindad es permitir al "perdedor" decir cosas verdaderamente desagradables de ti o las personas que quieres, erosionando de nuevo tu autoestima y autoconfianza. A menudo se disculpará, pero el daño a tu autoestima ya está hecho.
7. Siempre es culpa tuya. El perdedor te culpa a ti de su rabia, así como de cualquier otra conducta incorrecta. Cuando te engaña, te grita, te trata mal o te humilla públicamente, es, de algún modo, culpa tuya. Si llegáis 10 minutos tarde a una cita, es culpa tuya que el "perdedor" conduzca a gran velocidad, haga correr a la gente en la carretera y esté enfurruñado el resto de la noche. El perdedor te dice que su rabia y mal comportamiento no habrían sucedido si tú no hubieras cometido un simple error, le hubieses querido más o no hubieses cuestionado su comportamiento. El "perdedor" nunca jamás se hace responsable de sus actos. Siempre es culpa de alguna otra persona. Si conduce como un loco y trata de echar a algún inocente conductor de la carretera para asaltarlo, es culpa del otro conductor por no usar el intermitente al cambiar de carril. Te dan la impresión de que tú te lo has buscado (la rabia, los gritos, el asalto) y te mereces esa violencia, mala cara o expresión física de agresividad.
8. Pánico ante la ruptura. El "perdedor" siente pánico ante la idea de romper (a no ser que sea totalmente idea suya). Los hombres abusivos a menudo se vienen abajo y lloran, suplican, prometen cambiar y ofrecen matrimonio, viajes, regalos, cuando amenazas con romper la relación. Tanto hombres como mujeres pueden amenazar con suicidarse o con volver con antiguas parejas (quienes se sienten afortunados de que se hayan ido) o amenazan con dejar su trabajo y marcharse de la ciudad, como si tú fueras responsable de esas decisiones. El "perdedor" ofrece una gran cantidad de "tratos" o soluciones a medias, como "salgamos sólo un mes mas". Te inundan con llamadas telefónicas, a menudo cada cinco minutos, con la esperanza de que lleguéis a un acuerdo o lo veas sólo para para detener el acoso telefónico. Algunos llamarán a tus familiares, tus amigos, sus amigos o cualquiera que se le ocurra, para decirles que te llamen y te digan lo mucho que te quiere. Los perdedores más creativos a menudo producen tanta presión social que la víctima accede a volver con la relación antes que continuar bajo esa presión. Imagina que tratas de terminar una relación y empiezas a recibir llorosas llamadas de todos sus parientes (secretamente esperan que tú te quedes con él de modo que ellos no tengan que hacerlo), ver una súplica para que vuelvas en el periódico o incluso en un tablón de anuncios local, recibir flores en el trabajo cada día o que aparezca en tu lugar de trabajo y te ofrezca un anillo de matrimonio (técnica del hombre perdedor) en frente de tus compañeros. Su reacción es emocionalmente intensa, un comportamiento que utilizan para convertirte en su prisionero/a emocional. Si vuelves con él o ella, en realidad temes una reacción pero si amenazas con dejarlo de nuevo (convirtiéndote en su prisionero/a) y a menudo recuerdan el incidente como una evidencia de lo mala persona que eres. Recuerda que si tu preciado perro salta el muro y escapa, después pondrás un muro más alto. Una vez que vuelvas con el perdedor, escapar será tres veces más difícil la próxima vez.
9. Ausencia de interés externo. El "perdedor" te animará a dejar tus aficiones, intereses e implicaciones con otros. Si realizas una actividad individual, exigen acompañarte, haciendo que te sientas mal durante toda la actividad. El motivo de este comportamiento es impedir que tengas diversiones o intereses diferentes a los que ellos controlan.
10. Control paranoide. El perdedor te vigilara y sabrá dónde estás y con quién estás. Si hablas con un miembro del sexo opuesto, te hará veinte preguntas sobre cómo os conocisteis. Si no respondes a su llamada telefónica, te preguntará dónde estabas, qué estabas haciendo, con quién estabas hablando, etc. Observará el tipo de barro que hay en tu coche, te preguntará por qué compras en ciertos lugares, por qué llamaste a un amigo/a, porqué tu amigo/a te llamó a ti, etc. Algunos perdedores te seguirán al supermercado, luego te preguntarán si has estado allí en un intento de pillarte en una mentira. En los casos más graves, mirarán tu correo, tu bolso o cartera, comprobarán quién te ha llamado por teléfono o buscarán pruebas en tu basura. Algunos te animarán a hacer llamadas privadas a tus amistades desde su casa, llamadas que están siendo grabadas en secreto. Pueden empezar a decirte qué ropa ponerte, qué música escuchar y cómo comportarte en público. Finalmente te dirá que no puedes hablar con ciertas amistades o conocidos, ir a determinados lugares o hablar de ciertos temas en público. Si no vais a veros el viernes por la noche, te dirá que te llamará esa noche (en cualquier momento). Eso te mantiene en casa, esperando la llamada, temiendo el abuso verbal y las preguntas que te haría si no estuvieras en casa cuando llamara.. Esta técnica permite al perdedor hacer lo que quiera a nivel social y al mismo tiempo controlar tu comportamiento desde la distancia.
11. Humillación pública. Para mantenerte bajo control en público, el "perdedor" te atacará verbalmente, te insultará o dirá cosas crueles o humillantes de ti en privado o frente a otras personas. En público, aprenderás rápidamente que cualquier opinión que expreses lo llevará a atacarte verbalmente, en ese momento o más tarde. Si permaneces con el "perdedor" demasiado tiempo, pronto te verás sonriendo amablemente sin decir nada y agarrada/o de su brazo en público. También te verás caminando con la cabeza baja, con miedo a ver a un amigo que te hable y dé lugar a una reacción airada del "perdedor".
12. Nunca es suficiente. El perdedor te convence de que nunca eres lo bastante bueno/a. Nunca dices "te quiero" lo suficiente, no estás nunca lo bastante cerca, nunca haces lo suficiente por él o ella después de todos su sacrificios y tu comportamiento siempre parece quedarse corto. Este es otro modo de destruir tu autoconfianza y autoestima. Tras meses de utilizar esta técnica, comienzan a decirte lo afortunado/a que eres de tenerle; de tener a alguien que tolera a una persona tan inadecuada y poco valiosa como tú.
13. Creerse con derecho. El "perdedor" piensa que tiene derecho a hacer cualquier cosa que desee. Si le impiden el tráfico, piensa que tiene perfecto derecho a echar al otro conductor de la carretera, asaltarlo o poner en peligro las vidas de otros conductores con sus estallidos temperamentales. Ten en cuenta que esta misma sensación de tener derecho a todo la usará contra ti. Si desobedeces sus órdenes o deseos o violas alguna de sus reglas, se creen con derecho a castigarte de cualquier modo que consideren oportuno.
14. No gusta a tus amistades o familiares. Conforme la relación avanza, tus amistades y familiares verán lo que el "perdedor" te está haciendo. Notarán un cambio en tu personalidad o verán tu alejamiento. Protestarán y el perdedor te dirá que tienen envidia del "amor especial" que os tenéis y luego usarán sus protestas u opiniones como evidencia de que están contra ti (no contra él). La mención de tus familiares o amistades dará lugar a una respuesta airada por su parte, hasta que dejas de hablar de aquellos por quienes te preocupas, incluso los propios miembros de tu familia. El "perdedor" se sentirá celoso y amenazado por cada persona cercana a ti, incluso tus hijos. En algunos casos, no permitirá que tus padres o hermanos visiten tu casa.
15. Historias desagradables. A menudo la gente te deja saber cosas de su forma de ser a través de las historias que cuentan de sí mismos. Es la vieja historia acerca de darle a alguien cuerda suficiente para que se ahorque a sí mismo. Las historias que nos cuentan nos informan de cómo una persona se ve a sí misma, qué considera interesante, y qué piensan que te impresionará. Una persona humorística, contará historias divertidas de sí misma. Los "perdedores" cuentan historias de violencia, agresión, insensibilidad hacia otros, rechazo de otros, etc. Pueden hablarte de sus relaciones pasadas y en cada caso te asegurará que los trataron tremendamente mal a pesar de lo maravillosos que fueron con esa persona. Alardean de su temperamento y estallidos porque no ven nada malo en la violencia y se enorgullecen de la actitud de "yo no tomo nada de nadie". La gente se define a sí misma con sus historias, de modo similar a como una cultura viene descrita por su folclore y leyendas. Escucha esas historias. Te dirán cómo te tratará al final y lo que viene a tu encuentro.
16. El test de la camarera. Suele decirse que, cuando tienes una cita, el modo en que un individuo trata a una camarera u otra persona neutral del sexo opuesto es el modo en que te tratará a ti en seis meses. Durante la fase de "luna de miel" de la relación te tratará como a una reina o rey. Sin embargo, durante ese tiempo, el "perdedor" no ha olvidado lo que piensa del sexo opuesto. Tratará mal a camareras, dependientes u otras personas neutras. Si son tacaños, no recibirás nada una vez que la "luna de miel" se haya acabado. Si se quejan, critican y atormentan, así es como te tratarán en seis meses. Una persona mentalmente sana es consistente, tratan a casi todo el mundo del mismo modo siempre. Si estás saliendo con un hombre que te trata a ti como a una reina y al resto de las mujeres como basura, sal corriendo.
17. La reputación. Como hemos mencionado, las personas mentalmente sanas son consistentes en su personalidad y comportamiento. El "perdedor" puede tener dos reputaciones diferentes: un grupo de personas que te darán referencias brillantes y un grupo que te dirá que es muy problemático. Si preguntas a 10 personas sobre un nuevo restaurante y 5 te dicen que es maravilloso y otras 5 que es una pocilga, entenderás claramente que existe cierto riesgo al comer ahí. El perdedor puede que alardee de su reputación de matón, mujeriego, temperamental o de "estar loco". Puede contarte historias en las que otros le han dicho que está loco o sugerido que busque ayuda profesional. Presta atención a su reputación. La reputación es la percepción pública del comportamiento de una persona. Si la reputación tiene dos caras, buena y mala, el riesgo es alto. Puede que te enfrentes al lado malo una vez que la fase de "luna de miel" se haya acabado. Debido a sus graves problemas de comportamiento, el perdedor apenas tendrá amigos, sólo conocidos. Las personas emocionalmente sanas y éticas no tolerarán amistades con perdedores que tratan a otros tan mal. Si descubres que no te gustan las amistades de tu pareja es debido a que operan del mismo modo que él o ella.
18. Andar de puntillas. Conforme la relación con el "perdedor" avanza, te verás expuesta/o gradualmente a intimidación verbal, largos interrogatorios sobre cosas triviales, violencia y amenazas dirigidas a otros pero que tú presencias, preocupación paranoide con tus actividades y una variedad de desprecios hacia tu personalidad. Pronto te verás "andando de puntillas" en su presencia, con miedo de plantear temas, miedo a decirle que has hablado con tal o cual persona y miedo a cuestionar o criticar el comportamiento del "perdedor". En vez de vivir un amor cálido y reconfortante, te sentirás constantemente nervios/a, tenso/a al hablar con otros (podrían decir algo que tuvieras que explicar más tarde) y con miedo de encontrarte con alguien que tengas que saludar en público. Las citas y el tiempo juntos serán más agradables cuando estéis totalmente solos, exactamente lo que el "perdedor" quiere: ninguna interferencia con su control o dominación.
19. Desprecio de sentimientos y opiniones. El "perdedor" está tan centrado en sí mismo que los sentimientos y opiniones de los demás carecen de importancia. Conforme la relación avanza y comienzas a cuestionarte lo que estás sintiendo o viendo en su conducta, te dirá que tus sentimientos y opiniones no tienen sentido, son absurdos y que estás emocionalmente perturbado/a si piensas esas cosas. El "perdedor" no tiene interés en tus sentimientos y opiniones, pero se sentirá perturbado y molesto si osas cuestionar su conducta. El "perdedor" se muestra tremendamente hostil ante las críticas y a menudo reacciona con ira cuando se cuestiona su comportamiento.
20. Te vuelven loco/a. El "perdedor" opera de un modo tan destructivo que te encuentras haciendo "locuras" como autodefensa. Si tu pareja tiene previsto llegar a las 8 de la tarde haces una llamada a un servicio de la compañía telefónica para evitar que utilice un servicio de rellamada, revisas la basura en busca de algo que pudiera meterte en problemas y llamas a tus familiares y amigos para decirles que no te llamen esa noche. Adviertes a tus familiares y amigos de que no saquen ciertos temas, evitas lugares en la ciudad donde puedes encontrarte con familiares y amigos y no hablas con otros por miedo a las 20 preguntas. Te vuelves también paranoico/a, teniendo cuidado de lo que vistes y dices. Los hombres no violentos se ven envueltos en peleas físicas con mujeres perdedoras. Las mujeres no violentas se ven a sí mismas gritando cuando ya no pueden soportar más el abuso verbal o intimidación. Cuando tenemos que defendernos emocional y físicamente, nos comportamos de un modo diferente y extraño. Cuando pienses que te estás volviendo loca/o, es importante recordar que no existe un comportamiento que pueda considerarse normal en una situación de combate. Puedes estar seguro/a de que tu comportamiento volverá a la normalidad si te separas del "perdedor" antes de que te haga un daño psicológico permanente.