miércoles, agosto 15, 2018

NI UNA MENOS, Itatí Schvartzman

"La amiga que sueña con un marido que la mantenga,
el cantante que escribe el reggaetton de moda,
la madre que educa machitos y princesas,
el jefe que escupe: debes estar en días femeninos,
la compañera que te dice: así no vas a conseguir novio,
la imbécil que aclara: soy femenina, no feminista,
la mamá que la viste sólo de rosa, porque es niña,
y la educa para callar, aguantar, guardar las formas,
ser sumisa, frágil y complaciente,
el papá que compra muñecas, cocinitas
y lavadoras a la nena,
y pelotas y aviones y juegos de química al varón,
el novio que te revisa el teléfono y el facebook,
el vecino que dice que parece una p*ta con esa ropa,
la mamá que sueña un príncipe azul como yerno,
el papá que paga por sexo con nenas de la edad de su hija,
el novio que no se acuesta con la novia por respeto
y sale de p*tas después de acompañarla a casa,
los compañeros que en vez de escucharte
lo que tienes para decir en la reunión,
te piden que sirvas el café,
la marca de detergente que sólo se dirige a ti, mujer,
el médico que te hace cesárea sin necesidad,
o el que te hace la episiotomía de rutina,
y te grita: "ahora aguanta, que bien que te gustó hacerlo",
la enfermera que te ata a la camilla para parir,
el marido que te prohíbe trabajar,
o el que te controla los ingresos,
la caricatura política diaria,
el chiste de mierda, las propagandas,
Tinelli, la novela turca o latina, los concursos de belleza,
el que te dice: ahora no me puedes dejar así,
el que te humilla, el que te adjetiva, el que te menosprecia,
el que te aísla, te controla, te cela, te sigue,
el que me dijo el primer piropo grosero
a los doce años,
el que me tocó contra mi voluntad
en el boliche de moda, en todos los boliches de moda,
el compañero que te manda a barrer el piso del local del partido,
el compañero que no cuestiona sus privilegios,
el que recibe un cheque más gordo sólo por ser varón
y se calla y se lo guarda en el bolsillo,
el imbécil que pregunta "¿y el día del hombre?",
la mamá que obliga a la nena a recoger
los platos sucios de sus hermanos varones,
la inconsciente que rápido vuelve a aclarar:
pero mira que yo soy femenina, no feminista,
la que se burla de que no me pinto,
el que se burla de que tú no te depilas,
los que se burlan de que ella no se ponga tacones,
la que se ríe de que compro libros y no carteras,
el compañero que me mira las tetas,
incluso el que te persigue y acosa
porque eras tú
la que ibas por ahí provocando,
TODOS unidos frente al televisor
preguntándose cómo puede ser
que asesinaron a otra mujer".
Itatí Schvartzman. De su obra Ni una menos y otros poemas antipatriarcales

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