mujer,
♦ No te culpes más: sólo él es el responsable de sus actos. La víctima eres tú.
♦ No te golpea por ser alta o baja, gorda o flaca, necia o inteligente, licenciada o analfabeta. Te golpea por ser mujer. La ruptura con tus redes sociales, especialmente familiares y amigos, facilita al violento su actuación.
♦ Tu autoestima es tu mejor arma, aférrate a ella y no permitas que te la arrebate.
♦ Lo que te está pasando le sucede a muchas mujeres en nuestro país y en el resto del mundo. Ocurre en todos los grupos sociales, sin distinción de edad, clase social, religión o raza.
♦ Los maltratadores no sólo provienen de sectores marginales. Pueden ser abogados, policías, médicos, políticos, funcionarios, militares... Son hombres que tienen fuertemente interiorizados los valores tradicionales de la superioridad masculina, y utilizan la violencia contra la mujer como un comportamiento eficaz para dominarla e infundirle temor.
♦ La violencia es un intento desesperado por recuperar la supremacía perdida en el único ámbito donde puede ejercer el poder con impunidad.
♦ El maltratador está convencido de que le perteneces en exclusividad y, en consecuencia, puede jugar contigo caprichosamente y con total impunidad.
♦ Tú no eres ni un apéndice ni un complemento de nadie. Eres un ser por ti misma. El fin no justifica los medios, por tanto, no todo vale en nombre del amor.
♦ El maltratador tratará de “educarte” y “corregirte” para que cumplas el papel que él te asigna. Tiene una concepción rígida, estereotipada y sexista de la masculinidad y la feminidad.
♦ El agresor justifica su conducta violenta, limitadora de derechos y libertades atribuyéndola a cualquier causa que te vincule a ti con la culpa. Por momentos sorprende por su agresividad y en otras ocasiones por sus conductas infantiles.
♦ Tú no eres la causa de su descontrol. Si te culpa a ti de la situación es porque así elude su responsabilidad en los hechos.
♦ El maltrato psicológico precede siempre a cualquier otro tipo maltrato. Sólo esto explica que las mujeres puedan soportar las agresiones repetidamente.
♦ El agresor es una persona normal que decide recurrir a la agresión para obtener el objetivo pretendido. Su conducta no es algo que escape a su control, sino un acto deliberado y premeditado.
♦ Por mucho que aparente, en realidad no es más que un abusador, un manipulador embustero, mediocre y dependiente, un pobre inseguro que tiene miedo de ser abandonado y necesita controlar y someterte para sentirse seguro y reafirmar así su hombría.
♦ Convivir con él es vivir pendiente de sus ataques inesperados de ira y de un comportamiento que no podrás controlar nunca. Debes saber que todos tus intentos por encauzar la situación serán inútiles.
♦ Tu autoestima es tu mejor arma, aférrate a ella y no permitas que te la arrebate.
♦ Lo que te está pasando le sucede a muchas mujeres en nuestro país y en el resto del mundo. Ocurre en todos los grupos sociales, sin distinción de edad, clase social, religión o raza.
♦ Los maltratadores no sólo provienen de sectores marginales. Pueden ser abogados, policías, médicos, políticos, funcionarios, militares... Son hombres que tienen fuertemente interiorizados los valores tradicionales de la superioridad masculina, y utilizan la violencia contra la mujer como un comportamiento eficaz para dominarla e infundirle temor.
♦ La violencia es un intento desesperado por recuperar la supremacía perdida en el único ámbito donde puede ejercer el poder con impunidad.
♦ El maltratador está convencido de que le perteneces en exclusividad y, en consecuencia, puede jugar contigo caprichosamente y con total impunidad.
♦ Tú no eres ni un apéndice ni un complemento de nadie. Eres un ser por ti misma. El fin no justifica los medios, por tanto, no todo vale en nombre del amor.
♦ El maltratador tratará de “educarte” y “corregirte” para que cumplas el papel que él te asigna. Tiene una concepción rígida, estereotipada y sexista de la masculinidad y la feminidad.
♦ El agresor justifica su conducta violenta, limitadora de derechos y libertades atribuyéndola a cualquier causa que te vincule a ti con la culpa. Por momentos sorprende por su agresividad y en otras ocasiones por sus conductas infantiles.
♦ Tú no eres la causa de su descontrol. Si te culpa a ti de la situación es porque así elude su responsabilidad en los hechos.
♦ El maltrato psicológico precede siempre a cualquier otro tipo maltrato. Sólo esto explica que las mujeres puedan soportar las agresiones repetidamente.
♦ El agresor es una persona normal que decide recurrir a la agresión para obtener el objetivo pretendido. Su conducta no es algo que escape a su control, sino un acto deliberado y premeditado.
♦ Por mucho que aparente, en realidad no es más que un abusador, un manipulador embustero, mediocre y dependiente, un pobre inseguro que tiene miedo de ser abandonado y necesita controlar y someterte para sentirse seguro y reafirmar así su hombría.
♦ Convivir con él es vivir pendiente de sus ataques inesperados de ira y de un comportamiento que no podrás controlar nunca. Debes saber que todos tus intentos por encauzar la situación serán inútiles.