Atrapada en telarañas
y sinuosos laberintos,
que conducen a la nada,
a la muerte y al abismo.
Sin presente ni futuro,
aislada y en las sombras,
con la mirada perdida,
su victoria es la derrota.
Con su cuerpo está pagando
las angustias y tormentos,
con los gritos, el castigo
de vivir en el infierno.
Debe escapar, marcharse,
de ese sufrido destino,
indefensa, algo la ata:
la dependencia y sus hijos.
Ella agacha la cabeza,
el temor, a él hace más fuerte.
La somete para tenerla
y convertirse en valiente.
Frágil ser, sin fortaleza,
va sintiendo el desamparo.
La justicia que no escucha,
¿Quién le brindará una mano?
Ayudemos a mujeres
que sufren de dependencia,
¡Basta de malos tratos,