Los celos son una respuesta
emocional compleja y perturbadora, que surge cuando una persona percibe una
amenaza hacia algo que considera de su propiedad. Comúnmente se denomina “celos“a
la sospecha o inquietud de alguien ante la posibilidad de que la persona amada
nos reste atención en favor de otra.
No hay mujer que habiendo sido maltratada por su pareja,
no haya padecido, -entre otras cosas-
los celos patológicos de su maltratador.
En principio y sobre todo porque
él lo dice y hasta lo jura, son una muestra del inmenso cariño que le profesa.
Pero poco a poco la mujer va comprobando como ese sentimiento se transforma es
una especie de círculo espinoso y voraz que se cierne alrededor de ella,
haciendo su espacio personal irrespirable.
Esos celos
patológicos que padece el maltratador, es resultado de una profunda inseguridad
y desconfianza en sí mismo y un profundo miedo a la pérdida. Pero es mucho mas, porque sus celos están
integrados por un triple sentimiento es posesión-control-dominio
que practica con ansia vital y una avidez que consiguen tener a la víctima
totalmente esclavizada.
Vamos a ver algunas de las situaciones
más comunes y repetidas de celos patológicos en un maltratador.
Desconfía continuamente de todo y
de todos, siente un gran odio por los compañeros e incluso compañeras de
trabajo de su pareja.
Odia y desprecia a las amigas o amigos de su pareja.
Revisa constantemente los objetos
personales de su pareja, móvil, monedero, libreta de teléfonos, perfiles en las páginas
sociales y agendas de trabajo, etc. revisa el coche y si es preciso, el cubo de
la basura.
Sus celos se basan en lo imaginario
y no en una evidencia real.
Continuamente sospecha que su
pareja les está siendo infiel y cuando su pareja duerme se levanta sin hacer ruido
con el afán de buscar alguna evidencia que confirme sus sospechas.
Sufren mucho y se pone muy
nervioso cuando pierde de vista a su pareja.
No tolera que su pareja no conteste
al teléfono en cualquier momento del día. Se imagina a su pareja en la cama
haciendo el amor con otro y puede violentarse muchísimo.
Revisa cuidadosamente la ropa y
enseres personales de su pareja tratando de encontrar una señal de infidelidad.
Efectúa preguntas-trampa con intención
de sorprenderla en un renuncio.
Los celos nunca
son una señal de amor por mucho que el maltratador lo asegure. Siempre hay que
desconfiar de quien sienta esos celos injustificados y patológicos.