· Escúchate a ti mismo más que a los demás. Examina tus verdades.
· Analiza con cuidado las opiniones de los demás sobre ti, pero recuerda, tú y sólo tú eres quien debe tomar la última decisión acerca de ti.
· Huye de los auto-mensajes negativos. Nunca pierdas las ganas de pensar en positivo; transforma los mensajes que te envías a ti misma.
· Cuida de ti misma y acepta tus sentimientos. Acéptate tal como eres. La aceptación es la base de la seguridad, la confianza, el amor y la autoestima. Aceptarse a sí mismo implica conocerse.
· Compórtate como tú eres, respetando siempre la libertad del otro.
· Aprende a ser independiente, y a no depender de los demás. Las parejas sobreviven mas tiempo cuando ambos tratan de ser lo más independientes posible el uno del otro.
· Atiende tus necesidades y no postergues placeres. Disfruta de cada momento y haz de cada momento, un momento especial. Concédete algún lujo de vez en cuando, seguro que tu economía lo soportará mejor de lo que crees.
· Cuida tu salud y tu espíritu. La salud mental y física caminan de la mano. Salud mental es estar sonriente, es llegar a tiempo, es evitar la tristeza, es sentirse cómodo en cualquier momento. La salud física esta relacionado con la práctica de un estilo de vida saludable: sin drogas, "comer para vivir y no vivir para comer", y la práctica de un deporte sano.
· Ríe mucho. Ríe siempre que puedas. Reír renueva el espíritu y te hace ver la vida de otra manera.
· Mantente en movimiento. El ejercicio te hace sentir bien, las "endorfinas se elevan con la práctica del ejercicio", y nos sentimos bien. No está de más el gimnasio, los aeróbicos, la natación, algún deporte de competencia, o simplemente salir a caminar.
· Drogas NO. La autoestima es quererse a uno mismo, y quererse a uno mismo es optar –entre otras cosas- por una buena salud.
· Deshazte de la vergüenza. La vergüenza es un sentimiento profundo que te inmoviliza. Los más desvergonzados son los niños. La vergüenza deriva en debilidad, incompetencia, incapacidad. Investiga quién te juzga y sepárate de esa fuente.
· Ámate a ti mismo e irradiarás felicidad. Cuando estés frente a un espejo, simplemente sonríe. La felicidad nace de uno mismo, y puede nacer hasta de las pequeñas cosas que a ti te suceden, es cuestión de aprender a sentirla.
· Practica el color gris. No debemos pensar en que todo es blanco o es negro, eso te crea ansiedad. Nadie es perfecto, porque todos somos diferentes, algunos tenemos unas cualidades en las que destacamos mejor que otros.
· Aliviar las tensiones. El estrés es una epidemia en estos momentos. Pasa algún momento a solas durante el día, tomate unas mini-vacaciones durante el día, e imagina que estás en una playa maravillosa. Duerme lo suficiente. Practica algún deporte.
· Respira hondo de vez en cuando. Cuando tengas una preocupación respira profundamente y plantea soluciones.
· Abandona la ira. La ira es un arrebato de locura. En relación a la ira, más que saber enfrentarla, es aprender a no sentirla. Antes de llegar a ponerte de cólera, piensa si merece la pena. Cuenta hasta diez y respira profundamente.
· Elige tus momentos. Cada ser humano tiene derecho a elegir el momento de estar en soledad y el momento de estar con los amigos, con la pareja, o con los familiares. Eres tú quien debe decidir, sin que ello lleve a algún enfrentamiento.
· Cuando nos perciben como dignos de confianza, los demás estarán dispuestos a ser honestos y abiertos con nosotros. Di elogios con honestidad. Acepta y respeta las diferencias. Respeta tus fronteras y las fronteras de los demás.
· Juega más. Haz del momento de la diversión una prioridad, hoy y todos los días. Es bueno jugar con los niños algunas veces. Motívate con el trabajo que realizas, ríete de ti mismo si quieres, ríe en soledad... reír en soledad no es una locura cuando uno es conciente de lo que le motiva reírse.
· Aprende a escuchar de verdad. La mayoría de las personas creen saber escuchar, sin embargo muy pocas saben hacerlo de verdad. Haz preguntas que lleven a la persona a ir más lejos, realiméntale con gestos y sonrisas, demostrándole que estás escuchando. El mejor conversador es aquel que sabe escuchar de verdad.
· Deja de hacer comparaciones. No te compares con los demás. Cada persona es diferente y tú vales mucho por ti misma. Siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú, y de nada sirve torturarse por los primeros ni envanecerse por los segundos.
· Perdona y olvida. El perdón no excusa el comportamiento. No significa la aprobación. Más bien implica estar dispuestos a ver con compasión. La persona que te hizo daño probablemente hizo lo que hizo por su propia debilidad y sus limitaciones.
· Nota las conexiones. Alargar la mano y conectar con otras personas nos proporciona una sensación de bienestar y de apoyo. El buen humor y el trato agradable nos permitirá llegar a más y ganar más amigos.
· Estableciendo las fronteras. Pide permiso antes de traspasar las fronteras; todas las personas tienen un mundo interior que debemos respetar y que no debemos traspasar a menos que ellas nos lo permitan.
· Responsabilidad significa estar dispuestos a responder y ser capaces de hacerlo. Si algo no sale bien, distingue en lo que es tu responsabilidad y la de los demás.
· Es bonito trabajar en equipo pero con independencia, el éxito tuyo será el éxito de todos y te sentirás a gusto en lo que forma parte de tu vida cotidiana, el trabajo.
· Aspira a lo más alto y planifica el presente. Lo más importante es vivir el presente, el pasado únicamente sirve para no volver a cometer los errores que has tenido, el futuro es el presente que vivirás cuando ese día llegue.
· Encuentra la fuente. La fuente está en uno mismo. Es bueno disfrutar hasta de las pequeñas cosas que te da la vida.
· Abandona el perfeccionismo. No es fácil ser perfecto, cuando únicamente eres un ser humano. Los perfeccionistas siempre buscan algo que esté mal y lo encuentran y luego se sienten traumatizados por ello. Por tanto hay que tener prioridades y ordenarlas según lo que sea más importante para ti.
· Valora tus triunfos. En nuestra sociedad de ganar-o-perder, la mayoría de las personas pasan un montón de tiempo sintiéndose perdedoras. Escribe tus 10 éxitos del día anterior. Percibe como sigues mejorando. Aprecia y celebra tu progreso.
· Persevera. El éxito es levantarte más veces que las que caes. El éxito es el fracaso al revés, es el matiz plateado de esa nube incierta, que no te deja ver aún estando cerca.
· Protege tu autoestima. Muchas personas hieren a los demás. Sin embargo, quizá no se den cuenta de ello si sonreímos y lo soportamos. En el mundo todos pensamos diferente, y a veces quisiéramos que nos entendieran tal y como somos o queremos, pero eso casi resulta imposible. Por eso es mejor aprender a entender a la gente, que buscar que la gente te entienda.
· Acepta la oscuridad. Aprende a sentirte más cómodo con la incomodidad. Es importante ser curioso y experimentar cosas nuevas cada día. No temerle al fracaso te ayudará a decidir.
· Ponte metas a corto plazo y procura cumplirlas.
· Enumera las áreas importantes de tu vida: la familia, los amigos, la carrera, la economía, lo personal. Luego imagina qué te gustaría tener en cada categoría y escríbelo. Por último, pon una fecha en cada punto. Una meta es un deseo con una línea de tiempo.
· Date una oportunidad y reconoce tus cualidades. Reconoce todo tu YO.